17.11.13

En Viena... ¡ya es Navidad!

Pues sí, amigos, aquí ya llegó la Navidad de forma oficial: en las tiendas hace días que se venden adornos varios, algunas de las luces ya están encendidas y el mayor indicativo: ayer se abrieron ya los primeros mercados de Navidad.

¡Yuhuuuuuuuuuu!

 

Y si algo tiene Viena, además de frío, música y tarta Sacher, es verdadera pasión por la Navidad. Así pues,
bien abrigados y con ganas, nos fuimos hacia el centro. El primer mercado que visitamos fue el de la catedral de San Esteban (o Stephansdom), en pleno centro, y que se celebra este año por primera vez. Lo que nos encontramos fue un ambiente bastante tranquilo y tradicional y un mercado que cuenta con 26 puestos que ofrecen valiosos productos de Austria: velas, chocolate, adornos artesanales, las típicas bolas con nieve dentro (que se inventaron aquí, por cierto), bolas de Navidad... Y sobre todo muchos puestecillos donde degustar el típico Glühwein (vino caliente con especias) y Punsch (también caliente y alcohólico, que esta gente no para de beber...).

Paseando entre diversos olores, divisamos un puestecillo que vendían Gulaschsuppe im Brot, que no es otra cosa que sopa de Gulasch dentro de un pan de hogaza. Nos pareció curioso, así que decidimos probarla. ¡Estaba buenísima!



(


Una vez vimos y nos recorrimos este primer mercado, y como aún era pronto, decidimos acercarnos al mercado del Rathaus (o Ayuntamiento), el más típico y turístico, pero de los más famosos y antiguos (tiene más de siete siglos de antigüedad). Aquí se le conoce como Christkindlmarkt y cuenta con más de 140 puestecillos entre comidas de todo tipo, bebidas, adornos, bebidas, artesanías, bebidas, regalos, bebidas...







Otro detalle curioso de los mercados (aún no sé si en todos, pero al menos sí en estos dos), es que las bebidas calientes (da igual si es Glühwein o un cacao calentito) te las sirven en unas tazas que luego te puedes llevar a casa y coleccionar. Nosotros ya tenemos la del Rathhaus... ¡Sólo nos hacen falta 11 más! ;)

1 comentario:

Y tú, ¿qué opinas?