En todo el mundo el Carnaval es motivo de grandes celebraciones y fiestas y, entre muchos otros, son famosos los carnavales de Río de Janeiro (Brasil), Venecia (Italia) o los de Tenerife y Cádiz en España. Y a partir de ahora, en Viena, hay un nuevo Carnaval: el de los Tirapu Nater.
Así pues, como ya se acerca la fecha (y por varios motivos más), este fin de semana celebramos en casa una fiesta de Carnaval con la chikipandi de Irene.
El apunte histórico-cultural del post antes de que cotilleéis las fotos (aunque sé que os morís de ganas... pillines...) versa sobre su origen. Más o menos es sabido por todos que el Carnaval se celebra en países de tradición cristiana y en general dura 3 días. Según el país y sus costumbres, puede empezar justo antes de la Cuaresma o el jueves anterior al Miércoles de Ceniza (llamado Jueves Grasso en Italia, cuando hay que consumir alimentos ricos en grasa que simbolizan el renacimiento de la vitalidad).
Existen diferentes versiones sobre el origen de la palabra carnaval, aunque la más extendida es la que tiene su fuente en el latín carnevale que significa la despedida de la carne que no se comerá en los siguientes 40 días de la Cuaresma antes de la Pascua.
Pero se conoce también una versión que dice que los pueblos agrícolas debían consumir los alimentos del invierno (que conservaban gracias al frío) antes de la llegada de la primavera, ya que con las temperaturas más altas los alimentos corrían el riesgo de echarse a perder. Así pues, celebraban una gran fiesta para comerse todos los productos perecederos para luego ayunar hasta el equinoccio de primavera del 21 de marzo (en el hemisferio norte), cuando tendrían acceso a los productos de la nueva temporada. Esta versión supone que luego las distintas religiones adaptaron sus historias y mitos de acuerdo a estas necesidades de la naturaleza.
Pero es verdad que hoy en día el Carnaval es una celebración de carácter lúdico donde abundan los juegos, la música, los banquetes, bailes y diversión en general. Como en la que celebramos el domingo:
- banquete a base de elaboraciones caseras (galletas, pastel de chocolate, cupcakes de limón, macedonia de fruta, pastel salado tipo quiche...)
- disfraces...
- hasta contratamos a un cuentacuentos profesional...
Y si ahora os pregunto qué sería lo más vienés que se os ocurre para una fiesta, ¿qué os imagináis? Pues sí, amigos, hubo "Momento Vals". He aquí el documento audiovisual:
PD - Nos faltó la chirigota, pero hay que dejar algo para el año que viene, ¿no?
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