20.2.15

De máscaras, pajaritas y Jägermeister


Como una invitada a uno de los bailes imperiales de Sissí. Así me sentí el pasado lunes. ¿Sabéis por qué? 

Hay que reconocer que mucha de la magia que tiene Viena aún hoy en día es porque nos recuerda a sus años dorados, cuando el emperador Francisco José y la emperatriz Isabel (usease, Sissí) gobernaban el imperio Austro-húngaro. Muchas tradiciones y edificios que todavía hoy presiden la ciudad son herencia de aquellos tiempos.




Una de esas tradiciones son los "Ball" (o bailes de palacio). A lo largo del año se suceden en Viena más de 450 galas y bailes, concentrándose la mayoría en enero y febrero. Un Ball es básicamente un evento donde la gente se reúne muy bien vestida, en un palacio (o sala de conciertos o cualquier edificio majestuoso) para disfrutar de una velada de bailes, música y entretenimiento. El dress-code es estricto: vestidos largos y de gala para ellas y esmoquin o frac para ellos.


Uno de los actos de apertura del Ball suele ser la entrada de los debutantes al salón, ellas de blanco y de largo, ellos de frac. Para entendernos, es una especie de "puesta de largo" y de presentación en sociedad de los hijos que, antiguamente, pertenecían a la aristocracia y aunque hoy en día ya no quedan tantos, la tradición se mantiene.



En resumen: mucho perfume, maquillaje y pedrería; vino y champagne en cada mesa, un presentador más o menos animado, música en directo (música de cámara en general) y un DJ para animar la velada a los más jóvenes.





En nuestro caso, Laura y Alex (nuestros "padrinos" aquí en Viena - un besazo chicos -) nos invitaron a asistir al Ball Rudolfina Redoute, que tiene la particularidad de que, además, las chicas deben llevar una máscara hasta las 00.00h. Una vez bailado el quadrille y el vals de medianoche (más abajo tenéis un par de mini-vídeos), máscaras fuera y a disfrutar de lo que queda de velada.








Para quien le interesen más detalles curiosos de los Balls, comentar que:

- La temporada de bailes comienza con el baile de la Cruz Roja de Viena en el Ayuntamiento, en noviembre.

- La gala más legendaria y famosa es la llamada Opernball (o Baile de la Ópera), que como su propio nombre indica, tiene lugar en la Ópera Nacional. Este día se reúne la flor y nata de la sociedad vienesa (políticos, diseñadores, celebrities austríacas...) y es seguido por el resto de los mortales por televisión (lo retransmite la ORF, que viene a ser la RTVE de aquí).

- El más dulce es el Baile del Bombón, ubicado en el Konzerthaus de Viena, donde las decoraciones y degustaciones ya os podéis imaginar sobre qué van.







Yo lo confieso: me encantó enfundarme en un vestido largo y ocultar mi rostro bajo una máscara (que si os habéis fijado, fue un poco de estilo gaudiniana, mi pequeño homenaje a Barcelona), sentirme princesa por una noche y bailar valses en el palacio imperial toda la noche.

Además, a las chicas nos regalaron un detallito que mira tú por dónde, no está nada mal ;)


El año que viene, ¡repetimos seguro! (¡Y no sólo a uno!)



PD Pongo los vídeos más o menos para que se vea el ambiente de la sala principal. El primero es el Quadrille de las 2 de la mañana, seguido del vals.




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