Felix, el artista de Schwechat

Hace tiempo, cuando el sol brillaba y calentaba en este país, Mariana (la mami de Felix, jefe supremo del harén que es la Chikipandi) nos invitó a comer y a pasar el día en su casa en Schwechat, a las afueras de Viena.

Hace unos días, recién llegada de Argentina y con jet lag incluido, nos invitó a celebrar los dos añitos de Felix. ¡Y menuda fiesta! Con concierto en directo incluido...

Era una hermosa tarde de sábado y nos disponíamos a ir a la fiesta de Felix. Todo estaba planeado: como Íñigo no podía venir, iba a llevarnos Noe en su coche y así facilitarme la tarea de llegar hasta Schwechat con las dos pekes. Peeeeeerooooo como todo el mundo sabe, a Murphy le gusta aparecer cuando menos le necesitas. No sólo Ari e Irene se despertaron cual Gremlins cabreados, si no que nuestra silla de coche se negaba a entrar de ninguna de las maneras posibles. Y ya ni os cuento que casi llegamos a Budapest a comprar souvenirs para todos porque nos pasamos un par de salidas... (Lo siento Noe, tenía que decirlo jeje)

Pero lo importante es que llegamos. Tarde (muy tarde), pero llegamos. Y los pekes se lo pasaron pipa. Hacía tiempo que no coincidían tantos miembros de la Chikipandi juntos. ¡Cómo han crecido!

Como siempre pasa en una fiesta de cumpleaños, el homenajeado estaba feliz con tantos amiguitos en casa y los anfitriones nos ofrecieron una gran merienda. Bocadillitos recién salidos del horno, cupcakes, galletitas de varios tipos, una supertarta de cumpleaños (que estaba deliciosa, Roman)... ¡Todo hecho por ellos! ¡Y todo riquísimo!

Antes de soplar las velas, Felix quiso deleitar a todas sus invitadas con un "unplugged" de lo más profesional. Todas las grupies estuvieron bien atentas, aunque también sabían que después de la actuación venía el pastel de chocolate...

 

 

Con el estómago lleno y los morretes pintados de chocolate, llegó el momento de abrir los regalos. No faltaron voluntarios para intentarlo, pero al final Felix logró abrirlos todos.

Y ahí no acabaron las sorpresas porque al irnos, cada peke recibió un regalito. ¡Genial! Fue una tarde muy divertida y todos los pekes se lo pasaron en grande. Bueno, y los mayores también ;)

¿De verdad hay que esperar un año para volver a celebrar el cumple de Felix? :p


PD Echamos de menos a Luca y a Lola. A ver cuando conseguimos reunirnos todos de nuevo...