19.4.16

Un museo con mucho tráfico

Cuando la gente que nos viene a ver ya conoce Viena, el tour básico se queda totalmente obsoleto. Así que, cada vez que vienen los "abus" de Barcelona o los abuelos de Pamplona, buscamos actividades alternativas para hacer todos juntos, cosa que a nosotros también nos va muy bien (sobre todo para el blog ;-) )




Así que hace unas semanas, cuando estuvieron aquí otra vez los abuelos de Pamplona, nos fuimos a visitar el Museo del Transporte de Viena, abierto en septiembre de 2014. Más de 5.500 metros cuadrados lleno de autobuses, tranvías y curiosidades de la Wiener Linien. Y la verdad es que fue más interesante de lo que me esperaba...

Situado en la antigua cochera situada en Erdberg, en 2014 abrió sus puertas el nuevo Museo de Transporte de Wiener Linien. Más allá de ofrecer una visión bastante interactiva sobre el transporte público de Viena, alberga una de las colecciones más extensas de vehículos históricos y modernos de toda Europa.






 

El edificio donde se aloja el ahora nuevo museo, construido en 1900, fue hasta la década de los 90 una estación de operaciones para tranvías. Hoy en día es un museo moderno para toda la familia. Existe un recorrido dividido en 14 zonas diferentes que crea un ilustrativo viaje a través de la historia del transporte público en Viena mediante contenidos interactivos y multimedia. Desde un "autobús" tirado por caballos de la época imperial hasta la actualidad, pasando por la apertura del metro de Viena en 1978.










Una de las atracciones que mayor interés despiertan es un simulador de metro multimedia que permite a los visitantes experimentar los caminos de dos de las cinco líneas de metro desde la perspectiva del conductor. Así pues, los visitantes del museo pueden hacer el papel de conductor y deben llevar al metro de una estación a otra sin percances. No es tan fácil frenar el metro y que las puertas queden justo a la altura de las marcas del andén...










Sólo como dato curioso, para aquellos que todavía no habéis venido a Viena, la red de transportes de la ciudad comprende, además de las cinco líneas de metro (U-Bahn), 29 líneas de S-Bahn, 145 líneas de autobuses y la red de tranvías, que con 172 km, es la quinta más larga del mundo. ¡Casi ná!






 
Además, cuando fuimos nosotros era Semana Santa y, como no podía ser de otra manera, había preparada una actividad para los más pequeños de la casa: una búsqueda de huevos de Pascua por todo el museo. Así que ya veis a las peques subiéndose a todos los autobuses buscando los huevos en cuestión. Y, por supuesto, los encontraron. A la salida los canjearon por un regalito y se fueron más contentas que unas pascuas... (nunca mejor dicho).











Fue una visita bastante educativa e inesperadamente interesante, la verdad. Y además nos hizo un día estupendo, como podéis ver en las fotos. ¿Qué más se puede pedir? ;-)





Irene le da el visto bueno a la visita.

2 comentarios:

  1. Qué divertido!!!! YO también quiero conducir un metro!!! <3

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  2. La verdad es que los museos aquí son muy divertidos, interactivos y motivan a que quieras volver :) Da igual si es el museo del transporte o el de historia natural o el de la técnica, saben cómo añadirle un punto de didactismo divertido que en otros sitios he echado de menos :p

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