El día 3 vinieron a recoger todo al piso de Barcelona. Después de dormir menos de tres horas gracias al monstruillo los de la mudanza se presentaron media hora antes de lo que nos dijo la organizadora empanada. Así que con la legaña y duchándonos a toda leche empezó el festival: cajas y más cajas y solo tener que contestar "esto sí, esto no, esto va ahí, esto a tirar" (es una maravilla que te lo hagan todo. Podría acostumbrarme). Para las 6 todo empaquetado y nosotros a limpiar y dejarlo todo perfecto. Y al hotel Can Suegros. Fue un día largo (y los que nos quedaban) pero algunos estuvieron más tranquilos que otros. Vaya sufrimiento la peque, ejem.
En cambio, quien lo pasó mal fue la Osa Suna, que tuvo que demostrar sus dotes de contorsionista para entrar en la caja.
Y así es como queda todo cuando se vacía: con los peluches perdidos en el armario y la fruta "aplatanada".
Resumiendo, fue un día largo y nos dio mucha pena dejar el piso, pero fue todo muy bien. Esperemos que las cosas no sufran muchos desperfectos durante el traslado y posterior entrega en Viena.
Os seguiremos informando.
Ese osito naranja...me suena!!! Un besazo family y que vaya todo genial
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