1.7.13

El hasta pronto


Decir hasta pronto a los amigos antes de esta aventura es por un lado entrañable y emotivo pero, por otra parte, te crea un nudo en el estómago difícil de describir.
Porque sabes que estarán ahí y tú también lo estarás para ellos, pero eso no hace más fácil el decir hasta pronto. Son días de "vamos a hacer una comida, una cena, un café... lo que sea pero nos vemos". Cuadrar días, agendas, poner cada uno de su parte para poder desearnos buena suerte mutuamente.

El viernes fue un día de esos. Y, como siempre, nos hicisteis sentir queridos. Aguantasteis que os contáramos por enésima vez los planes que tenemos y lo baratas que son las guarderías. Y estuvisteis ahí para que os contáramos nuestros agobios de última hora. Chicos y chicas, sabéis que en Viena tenéis habitación cuando y cuantas veces queráis (sólo hay que comprobar disponibilidad en el calendario del blog).

Como recuerdo de ese día aquí van dos fotos de la cena. Una con mis oryzoncitos (la foto de arriba es sólo con los supervivientes, también estabais ex-oryzoncitos) y otra con el delantal que me regalasteis dadas mis, de sobra conocidas, habilidades culinarias.

Aprovecho este post para lanzar el compromiso oficial sobre las recetas.

"Por la presente, yo, reputado chef con experiencia en las más prestigiosas cocinas de los más afamados restaurantes, me comprometo a colgar una foto la primera vez que elabore (o perpetre) uno de los platos incluidos en el libro de Recetas Oryzonianas que me regalasteis"


Perdón por el post moñas (sólo caen 2-3 al año) pero quería agradeceros el estar siempre ahí. Los que no pudisteis venir sabéis que estuvisteis presentes igualmente. Anda que no rajamos de vosotros ;)

Y a los pamplonicas, ¡¡¡os veo en Sanfermines!!!

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