4.10.13

2013: una Odisea en Internet (by A1 Telekom)

La verdad es que no sé ni cómo empezar este post. Entre lo mucho que hace que no escribo en el blog y la indignación máxima que siento, me disculpo de antemano por el contenido, la forma, los posibles insultos...

Todo empezó un 31 de agosto, cuando una maravillosa oferta de A1 Telekom estaba a punto de acabarse y decidimos contratarla. Es más, acabábamos de firmar el alquiler del piso nuevo y hasta el 12 de septiembre la mudanza internacional no nos traía nuestras cajas. Así que íbamos con tiempo: les dábamos 2 semanas para que viniera un técnico a instalarnos internet y teléfono.



Todo iba como la seda. Entramos en la tienda de A1 del centro, en Karlsplatz, nos atendieron sorprendentemente rápido y en un inglés fantástico. Contratamos Internet y teléfono, la instalación con técnico estaba incluída y nos dijeron que ya nos llamaría el técnico para concertar visita. Nos pidieron papeles de residencia (que ya teníamos), número de cuenta y datos personales. Cuando les dimos el número de móvil español, torcieron un poco el morro. Nos explicaron que deberíamos dar un número austríaco.

- Sí, sí, muy bien, pero es que no tenemos aún. Por eso estamos contratando el teléfono con vosotros - les contestamos.
- Pero para que el técnico pueda llamar para concertar visita ha de llamar a un número austríaco, tienen restringidas las llamadas a móviles no nacionales- insistieron.

Así pues, nos fuimos de la tienda pensando a qué demonios de número austríaco podían llamar para darnos cita. Al día siguiente volvimos con un número de teléfono austríaco: el del piso "puente" en el que estábamos (y al que en 10 días ya no tendríamos acceso). Nos atendió el mismo chico, muy amable, pero nos dijo que debíamos llamar a un número de teléfono.

- ¿Y no puedes llamar tú desde la tienda? A ti te sale gratis la llamada mientras que con un móvil español pagamos doble...
- No, lo siento.

Obviamente, acabamos llamando desde el móvil. Desde que cogen la llamada y te atienden es como en todas las operadoras telefónicas del mundo: un mínimo de 5 minutos con una musiquita horripilante que se te queda grabada en el cerebro. Luego hay que pelearse para conseguir una teleoperadora que sepa inglés y al final, cuando llevas más de 10 minutos al teléfono, te dicen:

- ¿Ha pagado ya la fianza?
- ¿Qué fianza?
- La fianza de 100 € que tiene que ingresar.
- Bueno, ayer dimos ya nuestro número de cuenta bancaria...
- No, no, tiene usted que ingresarla en el número tal, y una vez tengamos constancia del ingreso, nuestros técnicos le llamarán. Muchas gracias por confiar en nosotros y buenas tardes.
Piiiiiip. Piiiiiip. Piiiiiip.

Estoooooo... Bueno, pues nada. Al día siguiente de hacer el ingreso de la fianza y de volver a llamar a A1 Telekom de las narices para poder dar el número austríaco al que su técnico nos pueda llamar porque al móvil español no pueden llamar. No os lo vais a creer, pero conseguimos cambiar el número de teléfono al cabo de dos días, después de dar explicaciones y cerciorarse ellos de que habíamos hecho el ingreso de la fianza de 100 €.

Pasaron los días y el día 12 de septiembre se acercaba. No llamó nadie. Así que, después de la mudanza y ya visiblemente cabreados, volvemos a la tienda. Que lo sienten mucho, debe de haber habido un error y que esa misma semana lo solucionan. Sí, claro.

Al cabo de unos días nos llega un paquete a correos. (NOTA: justo debajo de casa tenemos un Mailboxes ETC. que también hace función de oficina de correos. Pues obviamente, el paquete no lo dejaron debajo de casa; tuvimos que irnos a otra oficina de correos a buscar el paquete de A1 Telekom). Total, llegamos a casa con el paquete y lo abrimos: kit de autoinstalación de internet y teléfono. ¿Pero cómo? ¿No teníamos en la oferta que la instalación a cargo de un técnico estaba incluída? Volvimos a llamar.

- Que es muy sencillo. Nosotros le damos 50.000 códigos diferentes de seguridad y usted sólo tiene que enchufar la clavija a la pared, acertar el código con la contraseña y ya está.

Bueno, pues no será tan difícil. Las instrucciones, obviamente sólo en alemán. Bien, para algo existen los dibujitos explicativos para tontos (¡¡gracias señores Directores de Arte por existir!!).

PASO 1 - Introducir la clavija en el agujero de la pared destinado a ella. Fácil.

No cabe. ¿Cómo que no cabe? Que no, que no cabe. Toma, prueba tú. Pues no... No cabe. ¿Pero cómo no va a caber? Pues chicos, 20 minutos estudiando una clavija y un agujero en la pared y la misma conclusión: no cabe. La clavija es un pelín más grande y el nuestro agujero en la pared tiene como un trocito de plástico que impide  que quepa la clavija. ¿Qué hacemos? A la tienda.

Nuestro agujero. Observad la parte superior de lo blanco que tiene como una lengüeta que tapa parte de los tres agujeros.

La clavija en cuestión.


Así pues, de nuevo en la tienda. Pero esta vez, a otra, que nos conozcan por todas las tiendas de A1 de la ciudad. Y allí que nos fuimos (habiendo sacado una foto a nuestro agujero de pared, por lo que pudiera pasar). Efectivamente, llegamos a la tienda:

- ¿Qué desean?
- (Aquí parrafada bastante indignada ya de todo lo que nos había pasado).
- Bueno, lo único que tienen que hacer es introducir la clavija en el agujero.
- No cabe.
- ¿Cómo que no cabe? - (¿Os suena de algo esta conversación? Ha sido como vivir el Día de la Marmota de Bill Murray!!)
- Pues no, no cabe. Hay como una lengüeta que tapa un trocito y no cabe la clavija. - (Le enseñamos la foto para que no hubiera duda alguna de lo que hablábamos).
- ¡Oh! Ese es el agujero antiguo y nuestras clavijas son nuevas. Lo siento, yo no puedo hacer nada. Deberían ir a la tienda donde hicieron el contrato inicial, que allí deben haber puesto la casilla de Kit de Autoinstalación, que lo cambien y les envíen un técnico.
- ¡¡Eso es lo que esperamos desde hace 4 semanas!!
- Les entiendo pero yo no puedo ayudarles. Vayan a la tienda inicial.

¡¡DIOOOOOS BENDITOOOOOO!! Porque mi hija menor está delante que si no...

Al día siguiente, otra vez, de nuevo, allí estábamos, en la tienda "que tocaba estar".

- ¿Qué desean?
- (Aquí parrafada bastante indignada ya de todo lo que nos había pasado).
- Bueno, lo único que tienen que hacer es introducir la clavija en el agujero (con tonito como si fuéramos retrasados...)
(Humo por la nariz, bilis por la boca, pero sin perder la compostura)
- No cabe.
- ¿Cómo que no cabe?
- Tenemos un agujero de los viejos y necesitamos un técnico (que estaba incluido en la oferta) que la cambie. Y por cierto, el número al que deberá llamar es a un móvil español porque dado que han tardado tanto, ya no disponemos de número austríaco. O eso, o queremos que nos devuelvan los 100 € de fianza y destruyan el contrato, que nos vamos a otra compañía.
- Señor, debería llamar al número de teléfono...
- Lo siento, no llevamos el móvil encima, así que si puede llamar desde la tienda...

Más o menos, conseguimos que nos hicieran caso (aún tuvimos que volver un día más, pero es más de lo mismo...) y por fin, ¡POR FIN! la llamada del técnico, ese ser supremo que acabó llamando a mi móvil español (¿no decían que no podían llamar a un número que no fuera austríaco?) y me dio hora para "Tuesday from 11.00 to 16.00" cuando en realidad quiso decir jueves de 12 a 6... Y aún así, nos entendimos. Y aún así, tuvo que volver al día siguiente (es decir, esta mañana).

Esta foto es de finales de agosto, como se verá por la vestimenta de los redactores. A día de hoy, 4 de octubre, la temperatura es de 9 grados. ¡9ºC! Brrrrrrrrrr...
Pero chicos, no hay nada como la perseverancia, las amenazas y la pérdida de dinero para conseguir tener Internet en casa. Así que, redactores de Wienvenidos, ¡todos a trabajar desde ya!


Un besote a todos.

1 comentario:

  1. UFFF!! y nos quejamos de españa!! qué agobio me ha entrado de leer vuestras vicisitudes!! un besazo preciosa y te espero pronto en barna!!

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