Me lo mostró Noe (la mamá de Valentina, el 50% de Zipi y Zape) y más tarde, volví con mi prima Xènia cuando vino de visita. Pero, ¿qué tiene de especial este sitio?
Pues, para empezar, su ubicación. Se encuentra bastante escondido en la parte trasera de la Biblioteca Nacional (al lado del Palmenhaus y del Museo de las Mariposas). Sólo alguien que sabe dónde está puede encontrarlo sin perderse...
También cabe destacar el estilo y la decoración "americana" de la
cantina. El comedor consta de dos habitaciones de techos altos y abovedados (además
de la cocina), que combinado con madera, colores brillantes, cuadros
modernos y mesas grandes, hacen de este sitio un lugar especialmente
agradable para comer y charlar.
Una de las curiosidades del Soho es la forma de pedir-pagar-entregarte la comida. Se paga el menú en la barra del bar y, dependiendo de la elección, te dan una figurita de madera (puede ser una Minnie Mouse, un corazón de color rojo o blanco... cambia según el día) que tienes que llevar al ventanal de la cocina, donde te sirven al momento, sin esperas.
Comer aquí acaba siendo curioso porque te encuentras compartiendo mesa tanto con turistas (los menos porque está algo escondido) como con empleados del Hofburg o la Biblioteca Nacional. Y, por cierto, como consejo os diría que fuerais a comer antes de las 12.00 o a partir de las 14.30, que se llena prácticamente siempre a la hora punta.
Y lo bueno de su ubicación, es que luego te puedes dar un paseo por el Burggarten para bajar la comida ;)
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