26.5.16

Los 4 de Ariadna

Pues ya tiene 4 años... ¡¡Cuatro!! Y tan contenta que está ella de ser tan mayor...


Después de varios días nerviosa y preguntando a menudo por su cumpleaños, al final llegó tan esperado día. Al caer en lunes, le hicimos la fiesta con la Chikipandi el domingo cosa que, por supuesto, a ella no le importó lo más mínimo.

Esta vez la temática la eligió ella. Le preguntamos cómo quería decorar su fiesta, esperando un "Frozen" o "Mérida" (la protagonista de Brave, de la que nos había pedido el disfraz completo como regalo de cumpleaños), pero nos respondió con un rotundo "POCOYO". ¿Pocoyo? ¿En serio? ¿No prefieres otro? No, Pocoyo.

En otras circunstancias, no me hubiera importado. Pero resulta que en Austria no es muy conocido. Así que busqué cosas de Pocoyo por Viena como una loca sin encontrar nada (obvio). Incluso por Amazon, estaban carísimas y agotadas. Así que al final vinieron importadas desde España (las trajo Naiara). Por lo que, finalmente, la decoración de la fiesta quedó muy chula ;)











¡Qué emoción! A punto de que lleguen los amiguitos, todo está preparado: en la cocina, la merienda casera lista; en el salón, todos los muebles movidos para hacer sitio; en la habitación de las peques, todos los juguetes preparados y esperando impacientes la llegada de Ceci, Luca, Lola, Galilea y Valentina (Felix, Leah, qué pena que no estuviérais... para la próxima).

Así que, primero merendamos, luego soplamos (y comimos) el pastel y abrimos los regalitos. La cara de emoción y alegría de Ariadna no tiene precio ;-)


 







Y como en mayo se supone que ya hace buen tiempo, cuando acabamos de merendar, nos fuimos todos al Planquadrat, el parque que tenemos cerca de casa. Por suerte, así fue: una tarde espléndida, con un sol radiante y los peques correteando felices.

Además, entre las galletas que llevé, las pinturas para la cara y las tizas para pintar en el suelo, fue una tarde de lo más divertida.
























Todo esto fue el domingo. Pero el día del cumple fue el lunes. Hubo celebración en la guardería, y hubo otra celebración en casa. Pastel, cena especial y regalos. ¿Qué más se puede pedir? Nos había pedido el difraz de Mérida (a medias con los abuelos), con zapatitos a juego y peluca incluida. Así que, para que la emoción durara un poquito más, le hicimos una mini-gimcana por la casa.

Primero, la peluca para que supiera de qué se trataba. Luego, a por los zapatitos, medias y vestidos. ¡Le encantó! Y está guapísima de pelirroja ;-)









Con ganas ya de que llegue el año que viene, ¿verdad Ariadna?

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