17.5.16

Volei Playa urbano

Cuando a alguien le gusta practicar un deporte, da igual si estás viviendo en tu ciudad o en otra, da igual si estás de vacaciones o en plenos exámenes, da igual si hablan tu idioma o no. Además de divertirte y moverte, te permite conocer a gente con la que compartir esa pasión y que, con el paso del tiempo y los partidos, se convierten en parte importante de tu vida.

Esta foto es de hace exactamente 11 años, mi último año en el equipo de la universidad. ¡Anda que no ha llovido desde entonces!

Pues eso mismo me pasa a mí con el volei.
Lo jugué en el cole de pequeña y así conocí a mi mejor amiga (¡un saludo Cris, preciosa!), me apunté al equipo de la universidad cuando me fui a estudiar el máster fuera de mi ciudad (¡hace ya once años!) y de allí me llevé lo mejor (Esther, Maitea, JJ, Manu... ¡qué de anécdotas para contar! jeje) y ahora, lejos de mi ciudad, de mi país y de los míos, se ha plantado una semillita en esto del volei.




Hace unas semanas, una chica puso un post en la página Españoles en Viena de Facebook preguntando si había alguien a quién le gustara el volei y si era así, si le apetecía quedar para dar unos toques. Además, ahora que empezaba el buen tiempo, se podía aprovechar para jugar al volei playa.

Para su sorpresa (y la de todos), mucha gente empezó a decir que sí, que se apuntaba y el grupo fue creciendo. Pero llegó la hora de la verdad: la primera quedada "real". Porque una cosa es decir sentado desde casa que sí, que te apetece jugar, y otra muy distinta es levantarte del sofá, encontrar un hueco que te vaya bien y animarte a ir a vete-tú-a-saber-dónde de Viena a practicar un deporte que, en mi caso, hacía más de una década (y dos embarazos) que no practicaba.





Así pues, el pasado domingo se convocó la primera quedada. Después del Eurofiestón en casa, no sabía que hacer, pero las ganas de dar unos toques me pudieron. Y allí que me fui, un domingo a las 17.00h al ASKÖ Brigittenau, a la aventura, sin saber si éramos suficientes para jugar un partidillo o si alguien tenía balón de volei con que jugar.

¿Y qué fue lo que me encontré allí?





Pues que nos juntamos 13 personas con las que comparto la misma pasión por el volei y que están dispuestas a pasar un buen rato dando unos toques. La verdad es que fue una tarde muy agradable: conocí gente con la que seguro volveré a coincidir, me quité el mono del volei y no me lesioné (salvo moratones y agujetas típicos de los primeros días). ¿Qué más le puedo pedir a una tarde de domingo?

;)

2 comentarios:

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