Como no conocían Viena, hemos hecho un tour por la ciudad bastante básico, pero aún así, hemos podido enseñarles uno de los lugares con más misterio en Viena y que aún hoy en día no tiene una explicación demasiado clara... ¿Queréis saber de qué se trata?
Para mantener un poco el misterio os diré que miles de personas, procedentes de los cinco continentes, pasan cada día por encima de una de las atracciones turísticas más misteriosas de Viena sin saberlo.
En los años setenta del siglo pasado, durante la realización de las obras de la estación de metro de Stephansplatz (U3, línea naranja), se encontró un espacio subterráneo perfectamente conservado y que hoy en día puede verse por una ventana abierta en la misma estación.
Se trata de una cripta subterránea junto a la catedral de San Esteban que tiene forma rectangular (unos 6 m × 10 m) con seis nichos y que se encuentra a unos doce metros de profundidad con respecto al empedrado actual. Es la Virgilkapelle.
San Esteban al fondo... |
...y debajo de San Esteban. |
Como os comentaba antes, la historia de la capilla no está muy clara. Su arquitectura parece ser que se remonta a principios del siglo XIII. Originalmente pudo haber sido concebida como una capilla funeraria. Sin embargo, en el siglo XIV perdió esta disposición y sirvió como tumba a una rica familia de comerciantes de Viena.
A nivel de calle, el único vestigio que queda de ella es un mosaico de adoquines que el municipio de Viena dispuso en 1973 durante la reforma de la plaza de la catedral debida a la finalización de la parada de metro U3. Las líneas dibujadas con piedras en el pavimento representan los límites de lo que fue una pequeña iglesia (la de la Magdalena) erigida en el siglo XIV en lo que, entonces, era el cementerio anexo a la catedral de San Esteban. Esta pequeña iglesia se quemó en 1781 (diez años antes de la muerte de Mozart) y después del incendio fue demolida. Y lo que había debajo de ella, que es lo que hoy nos ocupa, olvidado por completo.
Alguna de las curiosidades de esta capilla es que sus muros estaban revocados de yeso y pintados de blanco con una decoración de líneas rojas. En cada nicho hay pintada una cruz en rojo en un estilo que sólo se encuentra en el ámbito sirio-palestino y en el arte bizantino temprano. Además, la capilla nunca tuvo suelo de piedra y siempre se encontró en su estado actual. Y más extraño aún es que en ella se encuentra una fuente de la que no se sabe la función.
Sin embargo, lo más misterioso es la cuestión de cómo se podía entrar a este espacio subterráneo. Por lo que parece, estaba totalmente clausurado salvo por una pequeña puerta que debía encontrarse disimulada en los muros de la pequeña iglesia de la Magdalena.
No se sabe quién mandó construir la iglesia, ni por qué, ni a qué finalidad servía. Existe una teoría sobre esto, así que si te interesa, puedes seguir leyendo el post. Si no, lo básico ya está explicado y ya publicaré más actividades que hicimos con Xavi y Sara, por tanto puedes dejar de leer y pasar a otro post... Sin acritud ;)
Si eres un valiente y, sobre todo, un curioso, te sigo explicando qué dice la teoría. Pero, ¡OJO! Se han acabado las fotos, sólo viene historia pura y dura. Yo aviso ;)
Volviendo al tema, se especula con que el duque Friedrich II, durante el reinado del último Babenberg, pudo pensar en ella para servir de enterramiento para los restos de San Colomán. ¿Y éste quién era? Pues fue un monje irlandés que, de camino a Tierra Santa, fue apresado en Baja Austria por ser considerado un espía y torturado hasta la muerte. (Un dato curioso es que una de las piedras del lugar de su martirio se encuentra a modo de amuleto en el portal de la propia catedral de San Esteban). Friedrich II murió sin descendencia tras una batalla contra los húngaros y, cuando los Habsburgo subieron al trono, se abandonó el proyecto de la tumba a San Colomán que sirviera de lugar de peregrinación.
Como la construcción de la catedral de San Esteban duró varios siglos, para enterrar a la gente, lo que se hacía era recuperar los huesos pasados unos años para hacer sitio a otros difuntos. Así que se decidió ubicar un nuevo osario en las cercanías de la capilla que, en un inicio, iba a ser la tumba de San Colomán. Se reformó el edificio y se erigió la iglesia de la Magdalena, que fue utilizada por una familia rica como lugar de enterramiento lujoso: los Channest.
Esta familia realizó algunas reformas, entre las que se encuentra la creación de un altar a San Virgilio, que da nombre a la capilla. Cuando los Chrannest se extinguieron, la iglesia de la Magdalena se utilizó para lugar de reuniones de hermandades religiosas
En 1783 terminó la historia del osario, último uso conocido de la Virgilkapelle, cuando todos los restos de los difuntos fueron trasladados a los osarios que hay en los sótanos de la catedral, donde aún descansan varios siglos de población vienesa.
Y colorín, colorado, este tostón se ha cabado. El próximo prometo que será más liviano...
Pues ha sido muy interesante!! Qué curioso y qué sorpresa se llevaron al hacer el metro!! <3
ResponderEliminarMe ha encantado este post, sobre todo cómo lo has narrado. Co esta capilla oculta se podría escribir una novela de misterio... La Capilla Oculta o La Capilla Misteriosa....
ResponderEliminarQué poquita gracia tengo haciendo comentarios... jejeje
ResponderEliminarJo qué baja autoestima de las dos!! La historia me ha parecido muy interesante y estoy de acuerdo con el comentario de Cris. Da para una novela!! Gracias Barbacoa por explicarlo tan bien. ¡Vauya estilazo que tienes narrando!!
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