Dos velas, cuatro cuentos y un muñeco de nieve

Primer fin de semana de marzo y parece mentira lo que dan de sí un par de días. Para empezar, el viernes por la tarde llegaron los refuerzos. Como Iñigo se ha ido casi dos semanas a Canadá por trabajo, ha venido mi prima (¡hola bunika!) a pasar una semana con nosotras. ¡Yujuuuuuuuu!

Además, la pekeñaja de la casa cumplió el viernes dos añitos. ¡DOS añitos ya! Y aunque lo vamos a celebrar con la Chikipandi dentro de unos días, también hubo mini-celebración íntima con la tía Xexe, mami y Ariadna...

Primero, la celebración en la guarde. Las profes le hicieron una supercorona muy molona y prepararon allí juntos el pastel de cumpleaños. Cuando la fuimos a buscar, estaba muy contenta y ya en casa, abriendo los regalos y comiendo pastel de chocolate a dos carrillos, se la veía feliz. ¡Qué mayor!

 

 

Al día siguiente, por la mañana, en el Casal Català de Viena se organizó una actividad para los más pequeños: un cuentacuentos muy simpático explicaba historietas en catalán, mientras tocaba la guitarra y nos hacía participar a todos. Y después, ¡a desayunar pan con chocolate!

Las pekes (y no tan pekes, ¿eh, Xènia? :p) estuvieron muy atentas.

 

Y como colofón final, una visita a la pista de hielo del Rathaus, que Irene aún no había probado eso de patinar y era ya el último fin de semana antes de que la quitaran. Os sonará un poco porque ya os hablé de ella el año pasado en este post, pero es una de las actividades casi obligatorias en Viena en invierno. Así que había que volver.

 

 

 

El bandolero de la derecha es Irene a punto de pegarse el siestón del siglo en el carrito...

"¡Olaf! Quiero darle un abracito a Olaf..."

Un fin de semana bien aprovechado, sí señor, porque hubo ratos para todo: preparar el pastel, oír cuentos, patinar sobre hielo, ver alguna que otra peli, celebrar el cumple, hacer turismo, dormir siesta (ejem, no todas...), hacer deberes de alemán (mientras el resto dormía a pierna suelta...) y alguna cosilla más.

El año que viene, patinamos las mayores, ¿vale Xènia? :p