No todos los "Pirates" beben ron

La semana pasada, "al salir de clase" (de alemán), nos fuimos dos amigas del Deutschkurs y yo a tomar un café. Una de ellas nos aseguró que conocía un sitio que estaba muy bien con un café muy bueno, y aunque no se acordaba muy bien del lugar exacto, decidimos seguirla. Después de dar un rodeo interesante, y agradable, y turístico, y original, y laaaargo y..., al final, descubrimos que ese lugar estaba a 2 minutos de nuestra clase (a eso lo hemos bautizado como "hacer un Lucía"... con cariño, Lucía :p). Por suerte, conseguimos agenciarnos la última mesa del lugar.

¿Pero qué tiene de especial "Coffee Pirates"?

Pues resulta que es, ante todo, una tienda de café al lado del Altes AKH (distrito 9) donde poder degustar café y algo más: pastelería casera y un brunch que, por lo que parece, está muy bien. Se sabe que hay tiendas de café donde comprar y listo; pero luego están las tiendas de café que son acogedoras, genuinas y muy agradables, como una sala de estar en la que sentirse a gusto. Y eso es Coffee Pirates.

 

Sus dueños estuvieron un año entero viajando y visitando plantaciones por Asia, Nueva Zelanda y América Latina (sobre todo Colombia), donde estudiaron a fondo sobre el café. Cuando volvieron, no querían volver a su vieja y aburrida vida con trabajos de oficina (o eso he leído yo en una entrevista...).  

De este gran viaje aprendieron la verdadera importancia del origen de los granos, llegando a la conclusión de que los mejores se originan, casi en su totalidad, en las granjas de comercio justo. ¿El resultado? Una certificación orgánica de tiendas de café y tostado, ya se les incluye en la Guía Falstaff y la CNN los ha nombrado como una de las mejores tiendas de café en todo el mundo. No está mal, ¿eh? Pues como no sabía nada de eso, yo me pedí un té, así, con un par. 

Hay fotos personales y recuerdos de su viaje por el mundo en varios rincones del local.

Elise y Lucía, compis del Deutschkurs con las que hablo en español. (Sí, ya lo sé...)

Y yo tomando té en una de las mejores tiendas de café del mundo...

El local, además, es cómodo y agradable. Gran parte está cubierto por madera que ayuda a crear esa atmósfera de calidez de una cabaña de café de Colombia, y está decorado con una mezcla de muebles vintage, parafernalia de café y recuerdos de todo el mundo, que crean un ambiente muy relajado en el que uno se siente bienvenido. Los camareros son también muy amables y me encantó el detalle de que todos ellos llevaran sombrero (mira tú qué tontería...). 

La verdad es que estuvimos muy tranquilas, charlando de la vida en general, y de la de cada una en concreto. Y después del fallo de no pedir café, tengo esa cuenta pendiente con los Pirates. ¿Quién se viene a tomar uno?