13.3.16

Hoy, Strudelhof (y no es un postre :D)

Caminando por las calles de Viena, se puede contemplar una riqueza arquitectónica de principios del siglo XX única, conocida como Jugendstil. Algunos edificios son muy conocidos y se identifican fácilmente, como el edificio de la Secesión (el de la cúpula dorada) o los pabellones de Karlsplatz. Otros, no tanto, como los apartamentos que tenemos al lado de casa, realizados por Otto Wagner en 1899.


Pero el lugar del que os hablaré hoy no es muy grande, ni muy céntrico, ni se habla mucho de él en las guías. Y para colmo, tiene nombre de tarta, aunque tiene un encanto único. Os presento la escalinata Strudelhof.

Pero antes, "hicimos un Lucía" (ver aquí para saber de qué se trata ;). Buscando la escalinata, dimos un pequeño, pero agradable rodeo por el parque Liechtenstein, donde nos cruzamos con el palacio del mismo nombre. Elegante, con puertas de hierro forjado y amplios jardines, resulta que es el hogar de una de las colecciones privadas de arte más importantes del mundo. La colección, que pertenece al príncipe de Liechtenstein, incluye tesoros de principios del Renacimiento hasta el alto Barroco, con obras maestras de Rubens, Rembrandt, Van Dyck o Raphael, entre otros. Y fue pura casualidad enterarnos de su existencia.











Una vez visto, ahora sí, nos dirigimos a la escalinata famosa, no sin antes preguntar la ubicación exacta (con mi alemán minimalista) porque nos pensábamos que estaba dentro del jardín. Y la verdad es que mereció la pena la espera.

Strudelhof fue construida por Theodore Jäger en 1910 y en ella, como dato curioso, se desarrolla una famosa novela de igual nombre escrita por Heimito von Doderer, nombre que nos puede dar risa a los españoles ya que se pronuncia "Jaimito" (protagonista indiscutible de la gran mayoría de los chistes en España).



A esta escalinata se la considera como un importante elemento arquitectónico del Jugendstil vienés, donde se combinan escaleras y rampas. Entre las escaleras simétricas inferiores, que se apoyan contra las escaleras barrocas, se encuentra una fuente de pared en forma de cabeza. A media altura, nos encontramos otra fuente, pero esta vez está decorada con una especie de gárgola con cabeza de pescado. Y pasó lo inevitable...




Creo que la imitación de mi prima es inmejorable. A ella le sale mejor la cara de pez :p
Al lado del "pescaíto", se ha colocado una placa con la cita del libro que lleva el mismo nombre.

Pero la pregunta que os estáis haciendo todos, que os conozco, es: ¿y qué tiene que ver el strudel en todo esto? ¿Por qué se llama Strudelhof este lugar? ¿Ah, que no se venden pasteles en este lugar? Pues resulta que es un homenaje a Peter von Strudel, escultor y pintor austríaco (aunque nació en Trento, Italia) que trabajó, sobre todo, durante la transición del Renacimiento al Barroco. Ale, misterio aclarado. 

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