Nos vamos al pub, pero a comer pescado

Como ya pasan de las doce y por aquí ya es hora de comer (de hecho, Iñigo ya debe de haber comido porque él come a las 11.30h), hoy os hablaré de un lugar al que me encanta ir. Lo descubrí en una cena con los compañeros de trabajo de Iñigo y, me sorprendió tanto y tan positivamente, que de vez en cuando me gusta volver.

 
Se trata de un pequeño pub irlandés al lado del campus de la universidad donde hacen un "Fish&Chips" para chuparse los dedos. Y, además, el sitio huye de los cánones típicos de "pub" y está decorado de forma curiosa. ¿Entramos a conocerlo?

Como os comentaba arriba, está situado en el distrito 9 de Viena, al lado del Altes AKH (o Campus de la uni). Su nombre es Lane & Merrimans y los amantes de la cerveza pueden disfrutar de una amplia selección de cervezas artesanales, además de comida típica de pub, pero en su versión orgánica. Y, además, los fines de semana sirven un brunch que tiene pinta de estar buenísimo...

¡Ay, la Radler! Qué descubrimiento, ¿verdad Xènia? ;)

El ambiente no se olvida de sus raíces de pub: asientos cómodos, varios tipos de madera, paredes de ladrillo, buena música, botellas de whisky vacías que se utilizan como decoración... Aunque este estilo friki-vintage que se ha puesto tan de moda en los locales aquí también puede verse integrado. 

 

Bautizado por un amigo, "Las gracias de las galaxias".

Detalle de la puerta del toilette de señoras.

Y bueno, qué deciros de su Fish&Chips. Te sirven un trozaco de bacalao fresquísimo y muy sabroso, y lo acompañan de chips (obvio...) y salsa tártara. La presentación también merece ser destacada. Cuando uno piensa en Fish&Chips le viene a la memoria imágenes de trozos de pescado y patatas envuelto todo en papel de periódico. Pues aquí te lo sirven encima de una hoja plastificada que simula un periódico, para hacerlo aún más auténtico.

Como dato curioso, en la Wikipedia explican que el origen de este plato combinado tan típico de los ingleses, escoceses e irlandeses, fue introducido en las islas británicas por emigrantes judíos provenientes de España y Portugal, derivado del pescaíto frito. ¡Ole, ole y ole!

Con cara de satisfechas después de nuestra comida.

No os puedo hablar del resto de platos de la carta, porque las veces que he ido siempre he pedido lo mismo, pero sí os puedo decir que parecen deliciosas. Pero bueno, si a alguien se le antoja comer un buen trozo de pescado, la próxima vez que decida ir, ¡que me avise! Que me apunto seguro ;)